hacer publicidad de si mismo, una practica frecuente del narcisismo contemporaneo. de nuevo una foto de facebook vende la propia imagen, con poses propias de la publicidad.
Posando
invitacion a la lujuria
esta publicidad apela directamente al placer que produce el consumo, que es la base del narcisismo contemporáneo. Todos los signos de esta imagen remiten al hedonismo: el fuego como un símbolo del infierno, en el cual incluso se pueden distinguir figuras de demonios, que a su vez es símbolo del pecado, en este caso pecado hedonista. Las velas como contraposición, símbolo de la iglesia: redención; es una invitación al hedonismo narcisista, con la promesa de que será un “lujo sucio” pero justificado y por ende perdonado.
levi's: dos en uno
en esta publicidad de levis, la posición de los cuerpos respecto uno del otro, crea la ilusión óptica de dos cuerpos con las mismas piernas, un “individuo” doble si se quiere, existe en esta imagen una dualidad: dos seres abrazados e independientes, que se vuelven uno al consumir levi´s: homogenización, ligado a la ilusión de ser único e individual. Narcisismo como un culto al cuerpo.
publicidad narcisista
El hombre que duerme solo, en una cama que parecen ser dos juntas, son signos que se pueden interpretar como una representación del hombre posmoderno, individualista, narcisista. La mujer rubia estampada sobre sus sabanas, es un signo que se interpreta como la posibilidad de estar solo en compañía, es decir, llevar una vida individualista y narcisista pero con la posibilidad de tener a alguien al otro lado de la cama, la promesa de sexo hedonista.
Es una publicidad que claramente apela al individualismo y el culto por sí mismo a través de signos no verbales, como son las imágenes.
Es una publicidad que claramente apela al individualismo y el culto por sí mismo a través de signos no verbales, como son las imágenes.
El hombre se ve bombardeado por la seducción del consumo, la publicidad a través de sus discursos persuasivos invita a la voracidad de objetos, de formas de vida, de alimentos, etcétera. Entonces podemos entender así a la publicidad como un sistema virtual, dotado de signos, con la cual se configura el entorno social, en el aspecto de las costumbres de consumo.
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